En los compresores dinámicos, el aumento de la presión no se produce por la disminución del volumen, sino mientras el aire o gas fluye. Simplificando, así es como funcionan: el aire se impulsa a gran velocidad y se descarga a través de unos difusores, donde la energía cinética se transforma en presión estática.
Los compresores que siguen este principio se denominan “turbocompresores”, pero dentro de este grupo los hay centrífugos (radiales) o axiales.
En un compresor centrífugo, el aire entra por el centro de un rodete con álabes y es impulsado hacia su perímetro por la fuerza centrífuga. El movimiento radial produce un aumento de la presión y la energía cinética y, después, el aire es conducido a través de un difusor donde la energía cinética se convierte finalmente en presión.
La relación de presión en la compresión dinámica no suele ser mayor de 3, por eso a menudo se emplean compresores dinámicos de varias etapas e incluso varios compresores en serie para alcanzar la presión de salida deseada.
Compresor centrífugo
En un compresor centrífugo, el aire entra por el centro de un rodete con álabes radiales y es impulsado hacia su perímetro por la fuerza centrífuga. El movimiento radial del aire genera, simultáneamente, un aumento de la presión y la energía cinética. Luego el aire pasa por un difusor y una carcasa espiral donde la energía cinética se convierte en presión.
El rodete, fabricado normalmente de una aleación especial de acero o aluminio, alcanza velocidades muy superiores a la de otros tipos de compresores de aire (15.000-100.000 rpm). Como hemos visto, los compresores centrífugos no alcanzan altas presiones, aunque sí grandes caudales, y tienen aplicaciones muy diversas: en una planta de tratamiento de aguas residuales, por ejemplo, o hasta en las industrias del gas o petróleo.
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Compresor axial
Los compresores axiales tienen un flujo axial. Es decir, el aire circula paralelo al eje del compresor a través de hileras de álabes giratorios y estacionarios. De esta forma, la velocidad del aire aumenta gradualmente al mismo tiempo que los álabes estacionarios convierten la energía cinética en presión.
Estos tipos de compresores de aire suelen ser más pequeños y ligeros que sus equivalentes centrífugos y funcionan todavía a mayores velocidades. Se emplean para obtener elevados caudales, constantes y a una presión moderada (en un sistema de ventilación, por ejemplo).