La industria actual en Colombia está pasando por un proceso de transformación en donde las fábricas tradicionales se están convirtiendo en fábricas inteligentes, más eficientes y más capaces de alcanzar un rendimiento óptimo. ¿Cómo? Gracias al Internet de las Cosas, un conjunto de tecnologías que permiten conectar máquinas entre sí y crear redes digitales de dispositivos. Estos sistemas interconectados contribuyen a armonizar, en tiempo real, los medios de producción y los recursos disponibles.
Estas son algunas de ellas:
- La automatización de las decisiones. Al contar con una serie de sensores, siempre conectados y captando información en tiempo real, las empresas cuentan con valiosos datos que les permiten optimizar los procesos, los recursos y también la toma de decisiones.
- Menos coste total de propiedad, más innovación empresarial. Como hemos visto, la obtención de datos en tiempo real permite simplificar los procesos y la toma de decisiones, de modo que las empresas pueden dedicar menos recursos a las tareas rutinarias y más a las creativas. Por lo tanto, el Internet de las Cosas reduce el coste total de la propiedad y favorece las labores más creativas e innovadoras.
- Mayor rendimiento en los procesos. La integración de las tecnologías del Internet de las Cosas permite optimizar la utilización de activos. Esto se traduce en un aumento del rendimiento productivo, en la mejora de la calidad del producto final e incluso en la reducción del tiempo de respuesta ante eventuales fallas de calidad.
- Menos tiempo de inactividad. Con los equipos conectados a Internet, las empresas pueden interpretar los datos obtenidos para pronosticar posibles fallos, reduciendo así los posibles costes de mantenimiento. Esta capacidad de anticipación redunda en la eficiencia y en la disponibilidad porque minimiza los tiempos de inactividad en la maquinaria.
- Más agilidad y eficiencia. Cuando los sistemas y dispositivos están conectados entre sí, creando una red digital con datos de funcionamiento en tiempo real, los procesos pasan a ser más ágiles y eficientes. Y al mejorar la eficiencia de las operaciones también mejora la calidad del servicio y, en consecuencia, se expande la ventaja competitiva de la empresa.